La clave para ser aceptado: El rechazo como parte del proceso

Hay una frase que resonó conmigo y quiero compartirla contigo: tú escoges quién quieres ser a través de la experiencia. No puedes saber qué es la luz si no conoces la oscuridad; no sabrías qué es el calor si no conoces el frío.

Y en este sentido, hay una verdad que muchos no quieren aceptar: no podrás ser aceptado sin haber sido rechazado antes.

El despertar

Esta página se llama despierta.social por una razón. Todos, en algún momento, nos damos cuenta de algo: somos tímidos, poco sociales o no tan atractivos como nos gustaría. Y en lugar de aceptarlo, decidimos “despertar”. Decidimos que no queremos ser ese concepto que nos limita, y optamos por empezar a hacer las cosas de manera diferente.

Este blog es de alguien que, a los 13 años, dijo: “Pues ya no quiero ser así”, y empezó a cambiar.

El rechazo es parte del camino

Para ser aceptado, primero tienes que ser rechazado. Suena sencillo, ¿no? Si no tienes experiencia, no vas a ser bueno al principio. Es así de simple. Cuando lo intentes, lo más probable es que te salga mal y vas a ser rechazado.

Y aquí es donde tienes dos opciones:

  1. Llorar y rendirte. No lo intentas más, te quedas como estás y aceptas que no vas a mejorar.
  2. Aguantar, aprender y volver a intentarlo. Sigues intentándolo, y con cada fallo te haces mejor.

Lo que al principio parece forzado, con el tiempo empieza a salirte de manera natural. Tu mente se vuelve más ágil, tu confianza crece, y lo más importante: pierdes el miedo al rechazo. Ya no te afecta como antes.

La sorpresa del cambio

Y aquí es donde viene la sorpresa: esa vibra, esa energía de no temer al rechazo es la que te hace mejorar. Al final, esa confianza y fluidez son las que hacen que los rechazos desaparezcan. De repente, lo que antes era difícil, se vuelve parte de ti.

¿Fácil, no?

Bueno, al principio no tanto. Pero la clave está en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo. Ser autocrítico, aprender de cada error y preguntarte siempre qué puedes hacer mejor la próxima vez.

El primer paso

Lo importante es que empieces. No esperes a estar preparado, porque nunca lo estarás. El rechazo va a llegar, y está bien. Es parte del proceso. Lo que hagas después de ese primer rechazo es lo que realmente cuenta.


Empieza hoy.

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